Construyendo al personal y a la empresa
Alguien dijo que deberíamos reunirnos con personas más inteligentes y capaces que nosotros, incluso, si son nuestros subalternos.
Claro, si son nuestros subalternos se puede asumir que tenemos más experiencia o aptitudes para manejar un puesto superior y poderlos dirigir; sin embargo, debemos recordar que existe el potencial en muchas personas para aprender, evolucionar y adquirir nuevas habilidades y conocimiento. Al final, más vale que nuestro equipo esté conformado por individuos competentes y productivos o no llegaremos a ningún lado.
Tenemos dos situaciones que no deben ocurrir jamás en una empresa: la primera es que bajo ninguna circunstancia, la empresa debe dejar de expandirse, tanto en tamaño como en capital e infraestructura. Sobre esto podremos ahondar en otra ocasión, pero la idea central es la misma.
La segunda situación y es la que nos compete en el presente y además está relacionada con la primera, es que jamás, jamás, jamás, debes asumir o etiquetar a nadie con el título de imprescindible. Es importante aclarar esto antes de herir susceptibilidades; la gente productiva es muy valiosa y definitivamente hay personas con las que nos gusta trabajar y que nos agrada mucho que formen parte de la empresa, con las que se crean vínculos y por las que podemos desarrollar gran afinidad. Pero estamos hablando de una empresa, cuyos objetivos, desarrollo y expansión están por encima de cualquier individuo que forme parte de ella, aunque esto suene paradójico. Las personas pueden cambiar de juego en cualquier momento, pueden enfermar, pueden accidentarse, etcétera. Esto suena duro pero alguien tiene que mencionarlo y no podemos permitir que el futuro y supervivencia de nuestra empresa puedan ser tan inciertos como las situaciones que acabo de exponer. Por lo tanto, independiente de la afinidad por ciertas personas que forman parte del equipo, debemos estar listos siempre para cualquier movimiento o ajuste en el personal, ya sea por estimación estratégica o por situaciones ciertamente azarosas. ¿Cuál es la solución para no estar en problemas cuando pase lo anterior? El sistema para posteo de “personal adjunto” o “sombra” es la estrategia recomendada.
Se tiene a una persona en un puesto, se le entrena, se le hace más capaz, se logra que pueda producir en cantidad y calidad, entonces se le asigna un adjunto, este deberá aprender por observación y por enseñanza directa de su superior. Ahora el adjunto está listo para tomar el puesto de su superior en cualquier situación que se presente: puede ser que su superior sea promovido (de hecho todas las personas deben expandirse como parte de la empresa, deben subir de puesto, aumentar sus ingresos y su estándar de vida) o tenga la necesidad de abandonar la empresa. Al hacer esto, tenemos mayor control de la dinámica humana, tenemos gente siempre capaz y en continua expansión, evitamos que se caigan súbitamente las áreas y por ende, evitamos afectar la producción. Entonces, el adjunto se convierte en superior, y a él, a su vez, se le asignará un nuevo adjunto. Esta historia sin fin es clave para una expansión ordenada en la que la empresa está orientada en producir lo que se supone que debe de producir y no está en efecto al depender al 100% de cierto individuo que pueda, de manera directa o indirecta, afectar a la empresa por un súbito abandono del puesto por la razón que sea; desde la otra vertiente, esto también nos permite hacer ajustes internos y promociones en el personal sin tener que agregar demasiadas variables o complicaciones al respecto. Esto incrementa nuestro control y eleva nuestra certeza, minimizando la incertidumbre siempre presente al tratar con seres humanos.
Ahora el adjunto está listo para tomar el puesto de su superior en cualquier situación que se presente